viernes, 24 de agosto de 2007

Lo que la ciencia nos aclara de Dios

Un experimento infantil para enderezar el mundo

Uno de los experimentos más sencillos concebibles nos dice sobre Dios maravillas; y Charles-Eugène Guye, físico, (San Cristóbal, Suiza,1866 - +Ginebra, 1942) fue su artífice.

Hacer click sobre la fotografía para ampliarla.

Aquí lo vemos —abajo, el tercero de la derecha en Solvay, 1927— en una de las fotografías más famosas de todos los tiempos: la más impresionante colección de talento científico que posara para el fotógrafo. Entre otros están los fundadores de la física cuántica y el relativista más famoso: Max Plank, H. Lorenz, Madame Curie, Shroedinger, Heisenberg, Dirac, Einstein, Niels Bohr, W. Pauli… Y Guye.

Y Guye, famoso por haber sido el primero en demostrar el incremento de la masa con la velocidad merece una fama mucho mayor ―que el futuro sin duda alguna habrá de otorgarle― por haber ideado un experimento de simplicidad infantil. Un experimento mental que habremos de repetir aquí siguiendo los lineamientos de Pierre Lecomte du Noüy en su famoso "bestseller" de 1948: "El Destino Humano".

El genio requiere elementos, y para fortuna de Guye todos estaban dados: un conocimiento adecuado del átomo y de la composición atómica de la materia; de la composición atómica de las células vivas y de las moléculas. La teoría de la probabilidad existía ya desde Pascal, y oportunamente para sus necesidades la mecánica cuántica; además, por supuesto, del irritante para cualquier ser pensante como él: la ridícula teoría de Darwin tenía ya más de 80 años.

¿Qué tan probable es la aparición espontánea de la vida? Una célula viva tiene dos características que la diferencian de la materia inerte: estructura y... vida.

La vida en sí rebasa toda comprensión, pero la estructura, la estructura molecular por medio de los átomos es algo que puede estudiarse como un edificio atómico. El mundo microscópico es tan pequeño que 10.000 células vivas caben en la cabeza de un alfiler. Una célula es, sin embargo, demasiado compleja. Ah, pero las células tienen componentes propios: un promedio de unas 30.000 moléculas de proteína por célula, lo que arroja 300,000,000 moléculas poblando la cabeza de un alfiler.

A pesar de su pequeñez siguen siendo excesivamente complejas. Una molécula de proteína está compuesta de cuatro elementos distintos como mínimo, lo que obliga a cuatro átomos diferentes a participar en su construcción. Pero la idea de establecer la probabilidad de que una estructura así de sencilla se diera por azar era atractiva. Y los resultados previsibles la hacían tan improbable que aún una molécula imaginaria simplificada a tan sólo dos átomos para efectuar los cálculos la arrojaban a los terrenos de lo imposible.


Ponga a su niño a trabajar

Con tan sólo dos átomos en vez de cuatro, representados por bolitas blancas y negras y colocados ordenadamente en un tubo de cristal taponamos uno de sus extremos, y en el otro colocamos un recipiente de cristal lo suficientemente grande como para mezclarlos en él. La separación de colores será total en un principio, para lo cual meteremos primero un color y después el otro. Ahora damos comienzo al experimento haciendo que caigan todas las bolitas en el recipiente y lo agitamos hasta que la mezcla quede de un color gris uniforme.

Intentemos ahora regresar todas las bolitas al tubo ―agitando y regresando; agitando y regresando― hasta lograr que queden perfectamente separadas de nuevo: todas las blancas de un lado, y todas las negras el otro. ¿Quiere intentarlo?

Por supuesto que es un absurdo, podríamos usarlo para dar una idea del imposible.

Además, una separación a tal grado absoluta no conduce a nada real; sin embargo, Guye dio en el blanco, ya que la estructura de la vida es en extremo asimétrica; entendiéndose por asimetría su ordenamiento; y la dificultad del caso como la de salir por medio de agitaciones y reenvasamientos sucesivos del gris uniforme hacia una estructura diferenciada; y para el caso que nos ocupa casi tan diferenciada como la teníamos en un principio.

Al partir de una separación total de colores teníamos una asimetría equivalente a 1. Veámoslo así: con esa separación si metemos la mano entre las blancas con la idea de sacar una blanca nuestra probabilidad será siempre de 1; igualmente si metemos la mano a sacar una negra de entre las negras. Pero, después de haberlas mezclado bien nuestra probabilidad de sacar ya sea una blanca o una negra sería de la mitad de 1, o sea de 0.5. ya que tenemos tan sólo dos posibilidades. La asimetría variará, por tanto, entre 0.5 y 1.

Para tener una idea que la dificultad del problema que nos planteamos, el grado de asimetría de una molécula de proteína no será tan extremo como uno, ¡pero sí lo es de 0. 9!

Percibimos de golpe que los cálculos no son necesarios. Si una sola de las 300,000,000 de moléculas que caben en la cabeza de un alfiler resulta como producto del azar, imposible, pretender que aparezcan dos sobre las mismas bases equivaldría al imposible al cuadrado.

Ahora tiene usted una idea de la importancia de lo que Guye se propuso sin tener que seguirlo en sus cálculos. Los resultados, sin tener que platicárselos numéricamente demuestran la imposibilidad de que la vida surja por azar…¡Y mucho más! Demuestran que no puede haber milagro mayor que el orden que nos rodea. El mayor de los milagros se llama: ORDEN.

Para contrarrestar, si posible fuera, hubo quien escribió un libro sobre el orden en el universo que tituló “El Relojero Ciego”. Le presentaron un segundo reloj; pero él, fanático, se quedó incólume. Después le trajeron un tercero, y un cuarto… pero él seguía CREYENDO. En un acto desesperado hubo quien pretendió HACERLE VER que para hacer un reloj, además de ojos, se requerían ideas, y manos. ¡Todo inútil! R. Dawkins, como verdadero hombre de fe en lo que él llamaba evolucionismo, insistía inquebrantable en sus creencias afirmando abiertamente su convicción de ser tan sólo un NO CREYENTE, un hombre de ciencia dado a toda INCREDULIDAD, repudiando toda CREENCIA religiosa, y tan sólo dado a alargar las eras, y los años por millones, cuantos fueren necesarios, para hacer que aparecieran los relojes, y los seres todos, y las cosas todas…

Las Teorías, como las idioteces, no presentan problema en sí; el problema está en encontrarles su lugar.


El orden es más que un milagro, es presencia de Dios

…con el fin de que buscasen la divinidad,
para ver si a tientas la buscaban y la hallaban;
por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros;
pues en Él vivimos, nos movemos y existimos.
(Hechos de los Apóstoles. 17:27-28)

A la luz de estos hechos, el viejo decir de que no cae la hoja de un árbol sin la voluntad de Dios se queda corto. ¡Pero muy corto! Si la aparición de una sola molécula se ve imposible sin la voluntad de Dios, ¿de dónde iba no digamos ya a caer, sino sólo a aparecer toda una hoja entera? Porque en Él tiene también la hoja que vivir, como caer, como existir.

Cuando Él dio a Moisés Su Nombre como «YO SOY», implicó «SÓLO YO, nada ni nadie más puede EXISTIR SIN MÍ». La existencia es SU EXCLUSIVA. Recordemos Sus palabras: «YO SOY QUIEN SOY: Así dirás a los hijos de Israel: EL QUE ES me envía a ustedes». Y mejor que nunca ahora, gracias a Guye, podemos constatar y hasta entender, porqué nada puede existir sin Él. Tenemos que aceptar que sólo ÉL existe. Y entender el porqué sólo Él puede comunicar Su Orden y con ello su existir para que TODO pueda ser en Él, con existencia participativa de la única Existencia, su Existencia. La Suya. No hay salida al más fundamental de los hechos.

Cuando alguien te pida que le demuestres la existencia de Dios, pídele que te demuestre la suya sin Él. ¿Porque en dónde estaba cualquiera hace tan sólo 100 años? ¿Y dónde estará dentro de 100? ¿Y a eso le llaman existir? ¡Empeña tu palabra de que estarás vivo dentro de cinco minutos! No puedes, ¿y a eso le quieres llamar existir? Prolonga tu vida ante la muerte irremediable ¿Y a eso le llamarás existir? Ni te llamaste a la existencia ni te pertenece, pertenece sólo a su Dueño, ¡y visto está que no eres tú!

Y la ciencia te dirige a Él también por medio de otro concepto, el de la energía. Y el de una energía infinita. Del gran físico Richard Feynman extraigo un párrafo, dice: «Para dar una idea de cuanto más fuerte es la electricidad que la gravedad, considere dos granos de arena en una playa de un milímetro de diámetro cada uno, y separados a treinta metros de distancia. Si la fuerza entre ellos no estuviera equilibrada, si todo atrajera a todo en vez de que signos iguales se rechazaran, de manera que no hubiera cancelaciones, ¿qué tanta fuerza habría? Habría una fuerza de tres millones de toneladas entre ambos.»

También los explosivos modernos nos enseñan, son devastadores, y su energía es liberada por un mero rearreglo de sus electrones. ¿Y las bombas nucleares? Liberan su energía con un mero rearreglo de nucleones. Así tambien nos da la ciencia un atisbo práctico del poder de Aquél por Quién vivimos, en Quién vivimos, nos movemos y somos.

¿Cuando había usted escuchado todo esto? La verdadera ciencia nos la esconden, porque "La verdad os hará libres" (Sn Juan 8:32) y la mentira esclavos. La verdad ha sido y será siempre católica, y como lo dice la Biblia que establece: Que el hombre fue creado PERFECTO (como que Dios es un Creador Perfecto y nos creó a 'Su Imagen'); que hubo LO CONTRARIO a la evolución: LA CAÍDA en naturaleza y gracia por el pecado original: "La Escritura no puede fallar" (Sn Juan 10:35) Es por ello que ningun papa, ningún concilio, ninguna secta puede cambiar LA ESCRITURA. Piense... ¿A que verdad tendrán derecho los descendientes del mono? LA DICTADURA, LA TIRANÍA SE ABRE PASO POR LA MENTIRA, SE APUNTALA Y SE CONFIRMA EN LA MENTIRA. Proviene de los hijos del Diablo (Juan 8:44) COMO TODAS LAS SECTAS --¿Quién les abrió la puerta?


«…pero si es de Dios, no conseguiréis destruirles. No sea que os encontréis luchando contra Dios.» Y aceptaron su parecer. (Hechos 5:39)


Las consecuencias de esto son simplemente absolutas, ¡y que gran don es el santo temor de Dios!

Rechazamos a Dios con la herejía (rechazo a la verdad) y el pecado, y éste tendrá siempre consecuencias tan serias como ya lo manifestó el Diluvio Universal. Recordemos la suerte de Sodoma y Gomorra, y entenderemos porqué los promotores de los vicios rechazan la verdadera ciencia como rechazan la verdadera fe, y queda en claro la razón del escondrijo de los promotores de los vicios en la falsa ciencia y en las sectas, y el odio a Dios a quien por preferir el vicio se teme sin quererlo amar.

Del rechazo de los judíos a Cristo y al evangelio que los condenó, y del cumplimiento de la sentencia en el año 70 con la destrucción de Jerusalén y del Templo habla la historia. Rematados de nuevo el 135 de nuestra era por los ejércitos de Roma han dejado en claro que donde no ha habido conversión se ha desatado el odio, sin otra alternativa que la destrucción, y todas las pruebas históricas del castigo pasado están como recordatorio en su lugar histórico.

El Apocalipsis habla del destino de la Gran Babilonia, así llamada por el Talmud de Babilonia de su rechazo a Cristo. La Gran Ramera situada sobre muchas aguas, las naciones, señalando lo que se avecina por la continua judaización del mundo, con su materialismo, vicio despiadado, falsa ciencia y sectas. ¡Como que por todos los medios se sigue promoviendo el pecado!

¡Que absurda democracia la que tiene al pecado por rey, y por emperador al vicio!

Basta con que El Dador de Cuanto Existe se aparte un poco y sobrevendrán todos los males, como cuando nos apartamos de Él y tenemos que sufrir las consecuencias. No son tragedias sin causa, y la ceguera que nos impide verlo lo agrava.

Se empeñan en falsos diagnósticos para el calentamiento global, y en retar a Dios. ¿Dónde estará el límite de los castigos sino en el arrepentimiento y en la conversión? El diagnóstico errado es la muerte del paciente, donde el paciente es el mundo. ¿Habrá algo más importante que la predicación del Evangelio?

Gracias a un experimento infantil vuelve la ciencia, se expulsa la ignorancia; la oración se vuelve más importante que la política, la santidad que el genio, la caridad que el dinero. Podemos volver a la enseñanza fructífera de la historia que un libro reciente retoma del «Genio del Cristianismo» en un adicional «Como la Iglesia Católica Construyó la Civilización Occidental»; actualización del tema por Thomas Woods del libro inmortal de François René de Chateaubriand.

Volvemos al camino para un desarrollo científico real, en católico, del que la tomada de pelo más majadera nos sustrajo a perder décadas por el mito del mono humanizándose; y que nos condenó al enchangamiento con sus repercusiones que varían, desde el zoológico hogareño, hasta el delito selvático en ciudad. La sana dependencia de Dios como convicción necesaria al ordenamiento social, al respeto a la verdad y a la ley fueron duramente socavados por la ridícula mitología de Darwin. Por algo ha sido el autor más admirado por Carlos Marx y por todos los revolucionarios.

¡Y a que enorme pérdida de tiempo, y de esfuerzo científico ha llevado!

Con su «Genio del Cristianismo» recordó Chateaubriand a su tiempo, y hasta al nuestro, que lo que hizo grande a Europa fue la Iglesia; y su genio, el porqué se decía que lo que Napoleón fue a las armas Chateaubriand lo fue a las letras de Francia.

Una verdad irrefutablemente sencilla debe salvar de su torpeza a las ciencias. Por ella la plegaria humilde es la necesidad más práctica, la moralidad y la justicia propias de la caridad cristiana la única exigencia. Dar más que recibir, es más que honestidad, sapiencia.

El gran interés de la mente se desplaza del objeto común de las ciencias a Dios, porque una prueba de sencillez infantil da la voltereta a la soberbia humana devolviendo la ciencia a sus manos.

¿Será necesario insistir en que, siendo el orden prueba de Dios jamás se vio tan claro e impresionante hasta que Guye metió los cálculos del átomo hasta la molécula?

Un experimento de niños para enderezar el mundo…

¡Y una prueba infantil para enderezar a la ciencia!

martes, 14 de agosto de 2007

El Nombre de Guadalupe y el Nacimiento de las Ciencias

La Virgen de Guadalupe y la Historia de la Ciencia

En el blog anterior sobre El Nombre de Guadalupe presentamos la centralidad de la Imagen sobre la que convergen la Sagrada Escritura, la geografía y la historia universal. Queda, para los próximos días pasar al español la convergencia de las estrellas de su actual en inglés, sito en:
http://veritasliberabit.blogspot.com.

Pero es tambien asombroso lo que Dios dispuso en la historia de las ciencias, las luces que enlazan sus principios con Galileo; la reprobación de Newton y Einstein, lo que apunta para el futuro…

Recordemos ante todo, que hablar seriamente sólo puede hacerse en católico; y la prueba al canto. El Gran Galileo fue Jesucristo. ¿Qué puede tener de extraño que Dios haya querido fijar en su nombre el hito histórico para el desarrollo científico por medio de Galileo Galilei? ¿Puede la ciencia estudiar algo que no sea la obra de Jesucristo, Dios verdadero? ¿No lo vimos ya en los nombres providenciales? ¡Pinta la Niña Santa María! ¡Cristóforo Colombo! ¡Rodrigo de Tri-ana! Y hasta el primer presidente de la República se pondría Guadalupe Victoria confirmando los enlaces del destino por los nombres.

Hablemos primero de Galileo y de Benedetti. Galileo Galilei nace el mismo año que William Shakespeare, en 1564. Pero a diferencia de todos los grandes del renacimiento su figura se agiganta sobre todos por no ser renacentista, sino mucho más que eso. Galileo Galilei, nacido en Pisa Italia el 15 de febrero de ese año lleva en sí el nacimiento de la ciencia.

Todos los demás grandes del renacimiento: Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Cervantes, Shakespeare; los grandes pintores de Flandes, de Italia, los arquitectos, escultores y músicos rendían culto a la antigüedad grecolatina. Imitaban a los clásicos. Pero no así Galileo Galilei. Galileo no tenía a quien imitar, aunque tuvo un precursor.

Galileo establece por primera vez la mecánica y la dinámica, es también el primer relativista, concepto suyo que retomarían Maxwell y Einstein entre otros. Es el primer científico completo, a la vez teórico y experimental, en lo que Newton le seguiría, pero ya no Einstein, para dar ejemplos. Hoy día los físicos son claramente o teóricos o experimentales. Funda las ciencias experimentales. Descubre el principio del reloj observando el movimiento pendular de una lámpara en una iglesia y constatando su regularidad tomándose el pulso, lo que permitiría a Huygens construir el primer reloj mecánico. Desarrolla tanto el telescopio como el microscopio abriendo a las ciencias el macrocosmos y el microcosmos y junto con su sucesor, Newton, son los científicos más completos que hayan existido jamás. Como es obvio, debiéndole todo el segundo al primero. ¿Habría habido Newton sin Galileo?

Tan completo como genio es Galileo, que además de ser hombre de ciencia teórico y experimental es empresario. La República Veneciana era una potencia marítima, y Galileo les ofrece el primer telescopio para su marina ampliando sus ventajas tácticas. Esta aportación le permitirá recibir una renta de por vida para que libre de problemas económicos pueda concentrarse en el nacimiento de la ciencia.

Como enlace con nuestra Historia Guadalupana, recordemos que el Gran Galileo histórico es Jesucristo Nuestro Señor, el Hijo de María, el predicador de Galilea a quien anunciara Juan el Bautista. Recordemos que por ello galileo y cristiano son sinónimos, y qué El Precursor” Juan el Bautista nació apenas poco antes, ya que el viaje de la Virgen después de la Anunciación fue para ayudar a su prima Santa Isabel que estaba encinta. El precursor de este Galileo científico, y científico él mismo también, se iba a llamar Juan Bautista. ¡Sí, se repite el caso por los nombres!

La Imagen que nos dejó Santa María de Guadalupe en 1531 es el de una doncella encinta. Por ello, nada tiene de extraño que el 14 de agosto de 1530 en Venecia, Italia, haya nacido el precursor de Galileo, y que éste se haya llamado Giovanni Battista Benedetti (1530-1590). Ni más ni menos que Juan Bautista Bendito. Benedetti como precursor trabajó también en la libre caída de los cuerpos y postulo una teoría casi idéntica a la que Galileo Galilei publicaría en su obra “De Motu” en 1590.

Tomando el hilo histórico del nacimiento de la ciencia, nada tiene de raro que la antorcha o estafeta como ocurre en las carreras de relevos la haya pasado la Divina Providencia al siguiente protagonista genial, a Isaac Newton el mismo año de la muerte de Galileo. Así, mientras que uno muere y el otro nace, todo en el mismo año de 1642, para que no quede duda de la Divina Mano providencial Newton nacerá el 25 de diciembre, en el día de Navidad. (Galileo murió el ocho de enero).

Para rematar, y eliminar toda duda respecto al sentido guadalupano del fenómeno, tres acontecimientos de monumental importancia universal se van a enlazar el año de 1666:

  1. En México, entre enero y marzo de 1666 se llevan a cabo las primeras Informaciones Guadalupanas que serán definitivas para la Iglesia al presentar los testimonios tanto indígenas como criollos de la realidad de las Apariciones. No fueron las Informaciones de Zumárraga por lo ya visto, ni de los contemporáneos de Juan Diego, pero se presentaron testimonios irrefutables de los descendientes directos de quienes sí conocieron a Juan Diego. Los testimonios de los veinte testigos más calificados del momento fueron amplias, coincidentes en lo esencial y uniformes entre criollos e indígenas, sorprendente tratándose de culturas tan diferenciadas y con tan gran número de testigos, cuando muchas veces, y en circunstancias de menor importancia es difícil encontrar dos testimonios plenamente acordes en lo esencial. Este hecho nos da la razón providencial para la desaparición de las Informaciones de Zumárraga, el que las primeras informaciones, las de 1666, fueran una de las tres informaciones enlazadas ese mismo año para la lucha decretada por Dios desde Génesis 3:15. La Virgen de Guadalupe y nosotros su descendencia contra las fuerzas de la Sinagoga de Satanás, y la ciencia para dirimir la contienda.

  1. En el otro lado del mundo, en Turquía, el Anticristo histórico, el primero que aceptó toda la diáspora de los judíos como Mesías después de su rechazo a Cristo y que se llamó Sabbatai Zevi sería puesto a prueba por el sultán musulmán. Antes que aceptar la prueba del tormento y la muerte para confirmar sus títulos de Mesías, el 16 de septiembre de 1666 apostató del judaísmo pasándose al Islam. Esta apostasía demostrativa de su cobardía en todo opuesta al valor del Mártir del Calvario lo confirman hasta en esto como Anticristo y constituyen las Informaciones sobre el mismo. Informaciones que obran en toda historia del judaísmo. Informaciones que sirven para fundamentar no solo la supervivencia histórica del marranismo judío, que así justificaron los seguidores que le permanecieron fieles, sino el desarrollo posterior de la masonería inspirada en ello. Dicho en otras palabras el sabatianismo, doctrina del Anticristo, sobreviviría hasta hoy en la lucha incesante contra Cristo.

  1. En otoño de 1666 Newton habría de descubrir el cálculo diferencial e integral. Cálculo que será el lenguaje moderno de la física hasta hoy, y el cimiento de toda su obra posterior. Pero no termina aquí la historia. Las fechas nos sirven solo para enlazar los acontecimientos cruciales. Para definir como gran campanada el inicio de la era moderna de lucha entre Cristo y el Anticristo y el papel de la ciencia. Es impresionante, por ejemplo, que el mismo calendario Juliano, así llamado por Julio Cesar quien lo implantara aproximadamente 50 años antes de Cristo no cayera sino hasta 1582 (para dar lugar al Gregoriano) enlace con precisión la sábana Santa y la Imagen de la Virgen de Guadalupe. Y que adicionalmente, siguiera en uso en la Inglaterra rebelde contra el Papa para que Newton pudiera nacer el día que los ingleses celebraban la Navidad. De otra manera ¾con el Gregoriano¾habría nacido en cuatro de enero del año siguiente. La mano de Dios está en todo y va dejando las señales que con el tiempo se descubren.

Para que no quede duda histórica del enlace providencial de los acontecimientos, tanto Newton como Einstein serán probados y reprobados. Newton, durante el breve reinado de Jacobo II encabezó, en 1687 ---año de la publicación de la obra que lo haría inmortal, su Philosophiae Naturalis Principia Matemática--- la resistencia en Cambridge para impedir que la Universidad se convirtiera en una institución católica, lo que le valdría, al ser depuesto el Rey en 1688 ser elegido para representar a dicha universidad en el Parlamento Inglés. Newton sabía bien lo que era el catolicismo, lo sabía tan bien como Jacobo II, el rey defensor de la verdad en el terreno religioso, pero tomó partido por la soberbia y la propia conveniencia y su creatividad científica terminó. En 1693 tuvo una fuerte crisis que afectó su salud mental. Nunca volvería a ser el mismo y produciría nada adicional para la ciencia.

Einstein, igualmente, falló en la prueba. Esta se presentaría en una manera apropiada para un hombre de ciencia, exigiéndole tan solo el aceptar la verdad con todas sus consecuencias. El misterio de la Santísima Trinidad revelado por Jesucristo a sus seguidores hizo acto de presencia en su vida, y esta verdad lo perseguiría toda su vida, y todo el resto de su vida habría de rechazarla para su perdición como hombre y como físico. Los hechos están cabalmente documentados. Fue el año de 1926. Einstein tenía 47 años. Los resultados de su decisión son aplastantemente claros para sus pares, los grandes de la física. Así es como lo describe la mejor historia de la física del siglo XX: Einstein's views became for his peers a source of puzzlement, sorrow, and finally indifference.[1] (Para sus iguales, los puntos de vista de Einstein se convirtieron en fuente de perplejidad, de pena, y finalmente de indiferencia).

Niels Bohr iba a ser su gran contrincante. Bohr le iba a ganar todos los debates y, en el más divertido, el de la Conferencia de Solvay de 1930, vencería a Einstein ¡apelando a la Teoría de la Relatividad de Einstein! Y el problema que Einstein haría suyo para intentar vencer a Bohr iba a ser a partir de 1935 el problema de la realidad que descrito por la física cuántica[2] exige tres dimensiones para cada partícula subatómica --de ahí la asombrosa confirmación que no podía escapar a su genio del Misterio Trinitario--. De esta manera, un átomo de protio (hidrógeno compuesto tan solo por un protón y un electrón) exige para sí solo de seis dimensiones. Y un átomo de oxígeno requiere de tres dimensiones para cada uno de sus ocho protones, de tres más para cada uno de sus ocho neutrones, y de tres más para cada uno de sus ocho electrones. Veinticuatro partículas requieren de 72 dimensiones. Y Así para todas y cada una de las partículas del universo con sus cientos de miles de millones de galaxias con cientos de miles de millones de estrellas cada una. Siendo Dios Trinitario, trinitario es su sello.

Y la trinidad en la unidad acompañaba a Einstein. El mismo año de 1905 produjo tres tesis que harían la fama de cualquiera. Sobre el movimiento Browniano sentaría las bases para que el átomo fuera ya una realidad indiscutible. Sobre el efecto fotoeléctrico se sumaba brillantemente a la física cuántica y sería la de especial mención para otorgarle el premio Nobel. Sobre la Teoría Especial de la Relatividad que generalizaría en 1915 como Teoría General ganaría su fama universal. Así llegó su grandeza, trinitariamente, como en todos los grandes descubrimientos, como las tres carabelas de Colón que en un solo viaje cambiaron la historia del mundo. Como ocurriría con sus tres tesis sobre la teoría cuántica de un gas molecular de 1924-25. Como ocurriría con su reto más productivo a la física cuántica en que tres físicos, él --en 1935-- junto con Podolsky y Rosen plantearían un problema trascendental sobre la realidad, el cual sería resuelto también por un equipo de tres en la Universidad de Paris 47 años más tarde. Como ocurre con toda frecuencia en que tres suben al podio de ganadores en las olimpiadas o para recibir un premio Nobel. Tres para estar completos. Tres para que la excelencia tenga sentido pleno. Tres en la unidad.

'Quantum mechanics is very impressive. But an inner voice tells me it is not yet the real thing. The theory produces a good deal but hardly brings us closer to the secret of the Old One. I am at all events convinced that He does not play dice. Waves in 3n‑dimensional space whose velocity is regulated by potential energy...[3] " (La mecánica cuántica es muy impresionante, pero una voz interior me dice que aún no es lo verdadero. La teoría produce mucho pero difícilmente nos acerca al secreto del Anciano. En todo caso, estoy convencido de que no juega a los dados. Ondas en un espacio 3n-dimensional cuya velocidad se regula por energía potencial...)

Se cita con frecuencia la primera parte, sobre los dados, en que hace referencia al azar propio de las estadísticas, a una de cuyas ramas contribuyó él mismo y que aún llevan su nombre junto al del indio[4] Bose. Las estadísticas de Bose-Einstein. Con lo que vemos que no era tan alérgico... Pero tenía que serlo al Dogma Trinitario para seguir siendo judío, de ahí su referencia al “Anciano”. Dios no es ni “Anciano” ni “Joven” ni grande ni chico. Dios es Dios, y rebasa toda clasificación limitante y toda comparación posible.

Por tanto no fue el azar, ni exigencia alguna de una estricta causalidad, sino la jamás repetida exigencia de tres dimensiones por cada partícula la que lo derribaría de su caballo camino a Damasco.[5] Tenía que elegir entre seguir siendo un monoteísta unitario a la judía o convertirse en un nuevo San Pablo para predicar el evangelio con la fuerza complementaria de la ciencia, lo que Newton rechazó. Ser, o no ser será siempre la pregunta. Decidirse por ser un monoteísta trinitario al descubrirse entre Judas Iscariote y San Pablo. La historia ya lo colocó con Judas en relación con la verdad. Y valoró la decisión por sus consecuencias.

Sí un hombre fue el reverso de la medalla del Einstein vencido, ese fue el apóstol de Cristo, San Pablo, de quien la historia jamás podrá decir que sus puntos de vista fueron fuente de perplejidad, de pena, y finalmente de indiferencia. Y no por razón de San Pablo, sino por su Señor. El mismo Señor que Judas traicionara en la carne y Einstein en la verdad. Einstein en la encrucijada eligió seguir siendo judío, rechazando así la física moderna capaz de llevarlo a glorias aún mayores. Y a la plenitud de la gloria.

Hombre de excepcional talento y cultura, Einstein debe haber tenido conocimiento sobre San Pablo hablando sobre Dios como la realidad: “pues en él vivimos, nos movemos y existimos,” (Hechos 17:28) Y esa realidad trinitaria que contemplaba y rechazaba haciendo como siempre del judaísmo un rechazo al progreso, fue el combustible de su debate con Bohr hasta 1955 en que murió. Muere Bohr en 1962. Es hasta 1964 que el debate queda resuelto en teoría por John Stewart Bell, y en 1982 por tres físicos franceses encabezados por Alain Aspect. Por el contrario del Cid, cuyo cadáver triunfaría una vez más en la batalla, Einstein muerto volvería a perder.

El Dios que Einstein rechazó, “Aquel en quien vivimos, nos movemos y somos”, es el que se nos manifiesta por el HOY. El me ha dicho: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy...» (Sal.,2:7) porque el pasado ya no existe y el futuro aún no llega, lo que hace infantil hablar de máquinas del tiempo que no pueden trasladarse hacia la nada, difiere absolutamente del Creador alejado del mundo tras la Creación. Está tan presente como el presente. Se ríe de los sabios que pretenden dar o exigir pruebas de su existencia. El HOY ES ÉL que nos sostiene. Es el Señor del Cerca y del Junto como le llamaban los Aztecas, porque ya no hay pasado, porque aún no hay futuro, porque el futuro para serlo tendrá que pronunciarse HOY.

Ese mismo Dios es el que clavado en una cruz en el Calvario nos redimía con su Sangre, con su Dolor que borraba todo el placer de nuestros vicios para regenerarnos, y actualiza con su Sangre en cada misa los frutos de su Sacrificio HOY, HOY y HOY, por ser el Dios del HOY. Al rechazar a Cristo, Einstein se quedo sin entender, en plenitud, el tiempo, cambiando también su primogenitura por un plato de lentejas.

El mundo corre hacia el abismo no porque lo quiera Dios, ¡ciertamente!, sino por la rebelde soberbia de los grandes elegidos que pudieron haber sido los grandes apóstoles, y la rebeldía de grandes y pequeños, pecadores todos que pudieron alcanzar para los grandes gracias mayores.

Los chamacos con sus computadoras saben lo mucho que se pierde cuando es necesario formatear el disco duro. Pero saben también que llega el momento en que no queda más que eso. Con la humanidad es igual como tuvo que hacerlo Dios con el Diluvio Universal, y con la destrucción total de Sodoma y Gomorra. La humanidad se acerca al Apocalipsis. Pero también el Apocalipsis dejará un nuevo amanecer.

El año de su muerte, Albert Einstein escribiría a Kurt Blumenfeld: “Tardíamente le doy gracias por haberme hecho consciente de mi alma judía.” Murió a la una y cuarto de la madrugada del 18 de abril en Trenton, New Jersey. La autopsia le fue practicada esa mañana. Su cerebro se guardó en un frasco de formol, pero no así su corazón que fue cremado con el resto de su cuerpo.

Sus cenizas fueron esparcidas en un lugar secreto.

Así, Albert Einstein carece de tumba, y un cerebro no tiene corazón, porque si ese corazón no hubiera traicionado a la verdad, Einstein, el apóstol, habría seguido el camino de san Pablo y alcanzado sus victorias; y una sola humanidad agradecida bajo Cristo estaría reunida junto a su sepultura orando al Padre con un corazón agradecido.

Y la ciencia nos habla en católico para la victoria, porque ¿Quién hay como Dios?



[1] The Second Creation, Robert P. Crease and Charles C. Mann, P. 40. Macmillan 1986.

[2] La física cuántica es la física moderna a la que Einstein en un principio contribuyó de manera excepcional y después detestó.

[3]Carta a Max Born, diciembre de 1926. P.443. Abraham Pais "Subtle is the Lord... The Science and the Life of Albert Einstein. Oxford University Press, 1982.

[4] Indio de la India, Indio para nuestros aborígenes fue error de Colón. Indú, como lo acostumbramos, se refiere, propiamente, a una de las religiones de la India.

[5] Referencia a la forma en que fue convertido San Pablo.

lunes, 6 de agosto de 2007

DOS IMÁGENES, UN SOLO AMOR

El Amor, La Esperanza, una Misa y dos Imágenes


No hay humanidad completa sin la esperanza. El significado de la Encarnación del Hijo de Dios, su vida, pasión, muerte y resurrección tienen dimensiones tales que de allí en adelante nada puede ser demasiado bueno para no ser cierto. La humanidad entra de lleno a la realización de la esperanza. Pero no todos...

Sólo unos cuantos pueden decir con sus vidas: ¡Sólo lo mejor es demasiado bueno para no ser cierto! Lo dijeron con su sangre, testimonio de heroísmo. Lo dijeron con la entrega de sus vidas, testimonio de fe por la esperanza. Lo dijeron siempre ante la adversidad; y en la admiración de todos arrastraron a un mundo con su ejemplo.

Fundaron con Cristo un mundo nuevo que ni el infierno podrá vencer.

El falso optimismo moderno que no escarmienta de una ciencia bombardera con atómicas, de una tecnología destructiva como la bestia que viera el profeta Daniel, toda de hierro que destrozaba todo con sus patas, de un concepto de vida capaz de aspirar a reencarnaciones sucesivas sin horrorizarse de prolongar así su mediocridad de esclavos, de indecisos, de conformismos ramplones, solo podía ser rescatada por las imágenes que atestiguan en el amor de Dios la razón de ser del hombre.

De esta manera, dos imágenes sagradas incursionan en la historia para sanar al hombre de principios del tercer milenio. Es gracias a ellas que ahora comenzamos a entender el plan de Dios.

Dos imágenes, un amor. Enlazadas por el mismo calendario, el Juliano, llamado así por Julio Cesar que lo implantara para Roma. La Sábana Santa con las huellas de la pasión, muerte y resurrección del Señor nos garantizan el perdón de una Misericordia infinitamente mayor que nuestros pecados.

Un amor sublime, como solo el amor que se despoja de todo hasta hundirse en el dolor y la injusta ignominia, aunada a la perfecta inocencia para expresarse en plenitud. Sí, sólo ese amor puede clamar hacia aquellos llamados por la gratitud a entregarse también sin regateos al amor de todo un Dios.

Es la Sábana Santa un negativo en blanco y negro sobre el lino sagrado. Fecha: Año 33 de la era cristiana. Imagen de dolor y de paz. De muerte, y de sobrehumana grandeza. La imagen más tremenda del dolor humano. De la cruz del hombre rescatada por la Cruz de todo un Dios.

Es el ayate de Juan Diego ― la imagen de Santa María de Guadalupe― su contraste. Todo el dolor del Señor se ve como compensado, armonizado en la glorificación de Su Madre, nuestra Madre. Las manchas rojizas de la Sábana, el positivo en blanco y negro, el doloroso conjunto, parece ceder su lugar a la imagen glorificada de María de Guadalupe. Lo he padecido todo, ―dice el Creador y Redentor― para glorificar a la Madre que te doy por Madre; para mayor gloria de mi Padre, por el Espíritu Santo Amor Infinito que es la única explicación de Mi Locura de Amor por esa Madre, que te doy por Madre.

Es el año de 1531, y en 1582 el calendario Juliano cae para ser reemplazado por el calendario Gregoriano. Cincuenta y un años después de las apariciones de Santa María de Guadalupe. Como cincuenta y un años-1 antes del censo de Belén decretado por otro Cesar, Augusto, fuera implantado; como evidencia y refuerzo adicional a la esperanza. El calendario Juliano que pretendía honrar a Julio Cesar lleva ya en sus iniciales JC, las iniciales mismas de Jesucristo. Su himno a la Esperanza.

San Claudio de La Colombière S.J., a quien Jesucristo describiera a santa María Margarita Alacoque como El amigo perfecto y el siervo más fiel, compuso esta oración que es un verdadero himno a la esperanza:

Estoy tan convencido, Dios mío, de que velas sobre todos los que esperan en Ti, y de que no puede faltar cosa alguna a quien aguarda de Ti todas las cosas, que he determinado vivir de ahora en adelante sin ningún cuidado, descargando en Ti todas mis solicitudes. ‑‑‑En paz me duermo y enseguida descanso, porque Tú, Señor, me has confirmado singularmente en la esperanza ‑ (Sal 4, 10).

Despójenme en buena hora los hombres de los bienes y de la honra, prívenme de las fuerzas e instrumentos de servirte las enfermedades, pierda yo por mí mismo tu gracia pecando, que no por eso perderé la esperanza, antes la conservaré hasta el postrer suspiro de mi vida, y vanos serán los esfuerzos de todos los demonios del infierno por arrancármela.

Que otros esperen la dicha de sus riquezas o de sus talentos: que descansen otros en la inocencia de su vida, o en la aspereza de su penitencia, o en la multitud de sus buenas obras, o en el fervor de sus oraciones, en cuanto a mí, toda mi confianza se funda en mi misma confianza: ‑‑ porque Tú, Señor, me has confirmado singularmente en la esperanza ‑‑‑ . Confianza semejante jamás salió fallida a nadie ‑‑‑ Nadie esperó en el Señor y quedó confundido. (Sir. 2, 11). Así que, seguro estoy de ser eternamente bienaventurado, porque espero firmemente serlo, y porque eres Tú, Dios mío, de quien lo espero: ‑‑‑ En Ti Señor, he esperado, no quede avergonzado jamás. (Sal. 30, 2; 70, l).

Conocer, demasiado conozco que por mí soy frágil y mudable, sé cuánto pueden las tentaciones contra las virtudes más robustas, he visto caer las estrellas del cielo y las columnas del firmamento, pero nada de eso logra acobardarme Mientras yo espere, estoy a salvo de toda desgracia, y de que esperaré siempre estoy cierto, porque espero también esta esperanza invariable.

En fin, para mí es seguro que nunca será demasiado lo que espere de Ti, y que nunca tendré menos de lo que hubiere esperado, Por tanto, espero que me sostendrás firme en los riesgos más inminentes y me defenderás en medio de los ataques más furiosos, y harás que mi flaqueza triunfe de los más espantosos enemigos. Espero que Tú me amarás a mí siempre, y que te amaré a Ti sin intermisión, y para llegar de un solo vuelo con la esperanza hasta donde puede llegarse, espero a Ti mismo, de Ti mismo, ¡oh creador mío!, para el tiempo y la eternidad.

Más sobre el enlazamiento histórico para la Misa Tridentina

El calendario que cambio el papa Gregorio XIII, confirmó su relevancia con otro papa de nombre también Gregorio. Fue el primero de ese nombre, Gregorio Magno, y el enlace con la primera imagen de Santa María, que casi ocho siglos después tomaría por primera vez el nombre de Guadalupe. Esta es la historia:

1.‑ Durante el pontificado de Gregorio I (590‑604), primer compilador de la Misa, santo y doctor de la Iglesia; se presentó en Roma una gran peste y mortandad. Salió el papa en procesión con una pequeña imagen tallada en madera que representaba a la Santísima Virgen María con el Niño en brazos. La imagen fue tallada por San Lucas evangelista ―como lo sostiene antigua tradición―, y explica la valía otorgada por este papa a la imagen que debe haber sido muy apreciada por la Santísima Virgen. Esta fe pronto se vio doblemente confirmada: primero cesando la peste, y además con una visión: un ángel que envainaba una espada ensangrentada. Visión que aún hoy, inmortalizada en escultura puede verse sobre el 'Castel Sant’ Angelo', ‑el Castillo del Santo Ángel‑ en el lugar que el Papa tuvo la visión, junto al Tiber en Roma. Esta imagen del milagro mariano iba a ser conocida como la Virgen de Guadalupe de Extremadura (Cáceres) a partir del siglo XIV, unos doscientos años antes de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac (s. XVI).

2.‑ En tiempos del papa Gregorio I, reinaba en España la monarquía visigoda que desde el siglo IV se convirtió al arrianismo. Arrio negaba la divinidad de Cristo en los mismos términos que hoy la niegan los 'Testigos de Jehová', los Unitarians, y la secta que se autonombra 'La Luz del Mundo'. Son arrianos los que afirman --contra el Concilio de Nicea (325 D.C.)-- que Jesucristo no es engendrado por el Padre; que Es el Verbo consubstancial al Padre; sino que afirman que es creación del Padre. Los godos, raza germánica que en sus orígenes vivían al sur de la Península Escandinava fueron azote por siglos del Imperio Romano. No se convierten al cristianismo sino al arrianismo bajo la influencia de un obispo arriano llamado Ulfilas-2, cuya importancia para las lenguas germánicas estriba en su traducción de la Biblia al godo en el mismo siglo IV, siglo en que también San Jerónimo la traduciría del griego a la vulgata latina.

Esta lengua germánica queda fijada por este hecho cuatro siglos antes que otros dialectos germánicos. En consideración a que todos los godos, ostrogodos y visigodos fueron convertidos al arrianismo, los únicos germanos convertidos directamente a la fe católica fueron los francos, que ya con Carlomagno se convierten en el principal apoyo del papa y de la Iglesia, y dan a occidente su primer renacimiento, el renacimiento carolingio (s. VIII). Retomemos brevemente la historia de los visigodos para explicar como fue que dicha imagen llegó a España, y su íntima relación con el ayate de Juan Diego: Después de que Atila, rey de los hunos; el llamado el Azote de Dios es vencido por una coalición encabezada por Meroveo rey de los francos, Teodoredo, rey de los visigodos, y por Aescio, general romano en la batalla de los Campos Cataláuricos (23 de Julio de 452 D.C.), tres de los hijos de Teodoredo; Turismundo, Teodorico, y Eurico van a ocupar sucesivamente el trono ensangrentado.

Los arrianos se matan como Caín mató a Abel cambiando solo la quijada de burro por el filo del puñal. Eurico quien reinara de 466 a 484, autor del último fratricidio se hace célebre con la proclamación del llamado Código de Eurico, enlace entre el derecho romano y el medieval.

Hay una lucha continua en España entre esta monarquía visigoda y arriana y los católicos hispano‑romanos que hará explosión en época de Leovigildo, reinante de 573 a 586 que asocia a su gobierno a sus hijos Hermenegildo y Recaredo; hijos de su primer matrimonio con Teodosia.

Leovigildo casa en segundas nupcias con Gosvinda, acérrima arriana. En los últimos años de su vida la sorda lucha entre arrianos y católicos estalló con la rebelión de su hijo Hermenegildo a quien había nombrado gobernador de la Bética, y allí se había convertido a la fe católica influido por su esposa y por San Leandro.

Vencido Hermenegildo muere a manos de Sisberto, que estaba a cargo de su custodia por negarse a recibir la comunión al modo arriano. A la muerte de Leovigildo en 586 Recaredo es coronado rey de España. La benéfica influencia de San Leandro y el martirio de Hermenegildo llevan a su conversión. La religión católica se convierte en la religión oficial de España bajo Recaredo el año de 489, poco antes de que San Gregorio sea proclamado papa.

Este giro extraordinario tiene toda la importancia imaginable para el nuevo pontífice consciente de la larga y sangrienta lucha en suelo español, y de la grandeza de carácter de ese pueblo tan romano como la misma Roma; de su posición estratégica, y de la posibilidad de consolidar con su conversión la fe en Europa occidental. El Papa invita a San Leandro y otros obispos a Roma.

Hermenegildo muerto por la fe es ya un mártir católico a los ojos de los hasta poco antes atribulados hispano‑romanos. Pero es urgente consolidar la fe en España. En consideración a esta delicada situación, San Leandro se queda en casa pero envía a su hermano San Isidoro. Con motivo del milagro del santo ángel y la terminación de la peste que corroboran la predilección de María Santísima por la imagen se confirma también lo que la larga tradición sostenía sobre su origen.

El Papa envía como regalo la imagen con una carta, garantía para los católicos de una especial protección de María. Poco más de un siglo después, en 711, cae para siempre la monarquía visigoda con la invasión árabe. La forja de España como soldado de Dios ha retomado su espíritu romano, larga y dura prueba pero con una esperanza más sólidamente mariana. La imagen y la carta son ocultadas en una cueva que se tapa con piedras y se recubre con tierra cerca de un río que, más de 600 años después, habrá de conocerse como Río Guadalupe.

3.‑ Hay dos sucesos extraordinarios en el siglo XIV cuya relevancia ha venido a ser entendida hasta el siglo XX:

A.- La Sábana Santa que envolvió el cuerpo de Jesús crucificado y muerto en el sepulcro, con la imagen en negativo del Cuerpo Sagrado comienza a adquirir notoriedad al ser presentada públicamente en 1357 por la viuda de Godofredo de Charny, Jeanne de Vergy. Muerto Godofredo el año anterior por los ingleses en la Batalla de Poitiers, la viuda empobrecida pretende al exhibirla en la pequeña iglesia de madera de Lirey las limosnas de los fieles con las cuales sostenerse.

B.- Durante el reinado de Alfonso XI llamado el Justiciero rey de León y Castilla (1321 1350) se aparece la Sma. Virgen a un vaquero ―Gil Cordero― natural de Cáceres, en Extremadura, y le ordena llamar a los clérigos para que en ese lugar de la aparición excaven para encontrar una imagen suya, "la sacaseis de allí y le hicieseis allí una casa, y que los encargados de su casa diesen de comer una vez al día a todos los pobres que a ella viniesen. Y me dijo más: que haría venir a ésta su casa a muchas gentes de diversas partes, por muchos y grandes milagros que ella haría por todas partes del mundo, así por mar como por tierra, y que allí, en aquella montaña se haría un gran pueblo" Milagros acompañan al suceso. La imagen que fuera ocultada en el año de 711 es reencontrada con la carta que Alfonso IX mandó fuera incorporada a sus crónicas reales. Se da entonces a la imagen el nombre del lugar: Santa María de Guadalupe.

De esta manera, y en el mismo siglo XIV, el nombre de Guadalupe y la Sábana Santa comienzan su peregrinar por la historia.

Siglo XIV, siglo en que el racionalismo comienza a hacer presa del occidente cristiano, imponiéndole sus limitaciones de una ciencia coja y manca, la siempre incompleta, la aún no acabada, que lastra con soberbia el desarrollo del espíritu. Ciencia que degradó al pueblo de la fe completa hasta la incompleta razón. Ciencia ignorancia que solo la fe puede remediar, salvando del pesimismo para el retorno a la caridad y a la esperanza. Junto al mal, Dios ha dispuesto el bien para salvarnos. Las pruebas para que volvamos a Ellos los ojos, y doblegada la mente impotente triunfe el corazón para que el hombre vuelva a ser imagen no del simiesco pesimismo, sino de Dios, por la esperanza.

La parte referida a la misa continúa abajo en este mismo blog --después de los piés de página-- como carta al Vicario General de la Arquidiócesis de México y capital de la República.

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1.- La cifra en este caso es aproximada.

2.- Al igual que al principio del Nuevo Testamento, los dos bandos de Génesis 3,15, aparecen traduciendo la Biblia. San Juan Bautista y Jesucristo llaman raza de víboras a los judíos que rechazan el evangelio (Mat. 3,7; 12,14; 23,33; y también Luc. 3,7) en clara alusión a Génesis, Satanás (convertido en predicador de la Biblia) pretende predicarle al mismo Cristo el Salmo 91,12 como aparece en Mateo 4,6: y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna.» Con el mismo espíritu traducen la Biblia Ulfilas, Wicleff al inglés en el siglo XIV, y Lutero al Alemán en el s. XVI: Todo para que el pueblo cristiano niegue la plena divinidad de Jesús en su Iglesia y se entregue a una fe sin obras ni méritos propios. La Iglesia los ha clasificado como judaizantes